lunes, 11 de junio de 2007

CÓMO viajar al pasado una semana

La época de exámenes no sólo es un exquisito caldo de cultivo para ideas y proyectos que una vez pasada la tormenta y, en consecuencia, las ganas de buscar cualquier excusa para no estudiar, irán directamente a parar a un agujero de la memoria. También es una época perfecta para mantener la habitación más limpia que lo que pueda estar en otras fechas, en caso de que uno estudie en casa. Aunque si vas a estudiar a salas de estudio es la época perfecta para experimentar con nuevas formas de vida emergentes entre la suciedad, lo que converge con la idea de proyectos-excusa, y con el concepto de caldo de cultivo previamente mencionados.
Pero también es una época ideal como fuente de anécdotas, historias bizarras, nuevas formas de comprender el universo en general (¿!?) y destrucción de esquemas y teorías en particular.
En este caso, la anécdota se centra en los viajes en el tiempo, tan deseados por cuenta de la humanidad y tan escurridizos por cuenta de las propiedades físicas de la realidad. A veces los planetas se alinean y surge la chispa de lo imposible, haciendo volar en flamígera explosión una bolsa de sorpresa e incertidumbre ante nuestras narices.
En fin, sin más demora, paso a presentar las condiciones para repetir el resultado del experimento:
  1. Que haya exámenes inminentes.
  2. Tener un concepto de la fecha descaradamente disperso.
  3. Establecer los exámenes relativamente. Es decir, no importa el día que tengas los exámenes una vez aceptada la segunda condición, sólo cuántos días de separación hay entre cada uno. Esto es útil en la elaboración del plan de estudio, y ayuda a hacer los resultados más espectaculares si cabe.
  4. Dedicarse a cualquier cosa que no tenga nada que ver con saber, conocer o interesarse por la fecha actual, sólo preocuparse mucho porque los exámenes son inminentes.
Partiendo de esta base, el resto del experimento es de fácil ejecución. Hay que retrasar todo lo que se pueda el momento de ponerse a estudiar como un cabrón.

El resultado.
Anoche tomé la revancha al tiempo perdido y me dediqué como nunca me he dedicado a prepararme un examen que creía que tenía hoy, dando a ratos el tiempo y el examen por perdidos. Pero al final creí estar preparado para hacer algo medianamente decente, así que me he presentado. ¿Cuál sería mi sorpresa al comprobar que el examen no era hoy sino el lunes que viene?
La sorpresa ha sido mayor al comprobar que no sólo se había retrasado el examen, sino que yo estaba viviendo UNA SEMANA EN EL PASADO sin saberlo.
No pregunteis. Yo tampoco lo entiendo.